En la Cinemateca Dominicana se conservan 33,842 documentos, entre audiovisuales, artículos de prensa, recursos documentales, los cuales forman parte de la memoria audiovisual de la República Dominicana.

Así lo afirmó Fiora Cruz, directora de la Cinemateca Dominicana un espacio adscrito a la Dirección General de Cine.

Cruz participó en la 23ª Feria Internacional Virtual del Libro y la Cultura Santo Domingo 2020, con la charla titulada “La importancia de la preservación y puesta en valor del patrimonio audiovisual”.

La moderación del encuentro virtual estuvo a cargo de la directora General de la Feria del Libro, Ruth Herrrera.

La especialista en asuntos cinematográficos destacó que la dependencia a su cargo forma parte del programa Memorias del Mundo de la UNESCO.

Añadió que la Cinemateca tiene como labor principal preservar y poner en valor la memoria audiovisual de la memoria audiovisual del país.

Destacó que, a la hora de evaluar el carácter patrimonial de un documento audiovisual, este debe responder a ciertas preguntas. Tales como si se conserva completamente o parcialmente, si ha sido alterado o dañado.  También si se ha visto expuesto a daños, o si peligra su perdurabilidad.

Indicó algunos criterios para determinar si un audiovisual debe ser considerado como patrimonial. Ajuicio de la especialista, estos son: autenticidad, singularidad, tiempo, asunto o tema, lugar de procedencia, autoría, forma o estilo, rareza e integridad.

Cruz aseguró que es el deber del Estado, pero también de los miembros de la industria (cinematográfica) y de la ciudadanía en general, proteger el patrimonio audiovisual. Para que sea una fuente de información y educación para la generación presente y las que vienen.

“La salvaguarda del patrimonio de una Nación a largo plazo y garantizar su difusión pública futura es fundamental y debe ser una prioridad. Sin embargo, por razones de costo, de espacio y tiempo, no es tan sencillo. A esto se le suma el ritmo cada vez más acelerado con el que suceden los avances tecnológicos que pronto dejan muchos instrumentos y aparatos de conservación en la obsolescencia”, indicó.

En cuanto al valor de las imágenes en movimiento, explicó que este radica en el hecho de que son el registro más fiel de la sucesión de acontecimientos que contienen y aportan importantes testimonios. A menudo únicos en la historia, el modo de vida y la cultura de los pueblos, así como la evolución del universo.

“Las guerras han hecho perder muchos documentos de valor, el patrimonio vive una constante amenaza de deterioro o destrucción. Los registros audiovisuales están sujetos a inestabilidad o descomposición química, a calamidades naturales, desastres provocados por el hombre, vandalismo”, expresó.

Cruz abordó lo relativo a las buenas prácticas de conservación recomendadas por directrices internacionales. Entre estas, citó: conservar el documento original, transferir el documento a otros formatos, y evitar poner en peligro la preservación a largo plazo.

Pero además, mantenerse actualizados, la colaboración entre los archivos a nivel regional, y la concientización interna y de los gobernantes y de la ciudadanía sobre por qué se debe invertir en conservación del patrimonio audiovisual.

Destacó que la Cinemateca Dominicana tiene el compromiso de estimular a los productores, responsables de la distribución pública de esas imágenes en movimiento, a depositar voluntariamente el material, en la mejor calidad del archivo. Así como crear normas, procedimientos y políticas para el almacenamiento y tratamiento de las colecciones.

También mantener la infraestructura en buenas condiciones para la preservación, reproducción y proyección del material conservado.

Además, crear catálogos para el acceso, con inventario y descripciones de los fondos, garantizar la calidad técnica del material. Al mismo tiempo, tomar disposiciones para transferir las imágenes en movimiento a otro soporte que permita su reproducción y proyección.

Asimismo, facilitar los registros, documentos y otros materiales para fines de investigación. Igualmente, participar de programas internacionales, para dar y recibir apoyo, promoviendo la cooperación técnica, y mantenerse investigando y estudiando sobre métodos y técnicas de salvaguardia.

 

 

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Renania Reyna. Periodista, Relacionista Pública y Poeta. Nace en Santo Domingo, República Dominicana. Estudió Comunicación Social mención Periodismo en la UASD, donde también realiza la Maestría Profesionalizante en Artes Visuales, y posteriormente obtiene el título de Magíster en Estudios de Museos en la UNPHU. Fue periodista en la revista Qué Pasa?, del vespertino El Nacional, y en la revista En Sociedad, del periódico Hoy, donde también fue reportera de las áreas de Sociales y Espectáculos. Asimismo en el desaparecido matutino El Siglo. Fungió como relacionista pública del Metro de Santo Domingo en la OPRET y en el Museo de Arte Moderno, dependencia del Ministerio de Cultura. Actualmente es relacionista del Museo Nacional de Historia y Geografía.

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